FUNDAMENTALES:
Son las normas de los derechos y valores fundamentales de la familia y de la persona. Aquellas en que reposa la convivencia familiar y que recogen las exigencias mínimas e incuestionables: no nos pegamos, no nos quitamos cosas, no nos mentimos, no nos insultamos, etc.
- Son de obligado cumplimiento e innegociables.
- Su no cumplimiento afecta a la integridad física y moral de las personas.
- Deben ser pocas, claras y unívocas en su cumplimiento.
Ejemplos: Hablar respetuosamente (no insultar).Respeto a la integridad física (no agredir), ser sinceros (no mentir), respeto a los bienes materiales (no robar), ausencia de uso de drogas...
IMPORTANTES:
Son aquellas que tienen que ver con una correcta socialización y establecimiento de hábitos y rutinas diarias, así como las tareas de responsabilidad personal. Cuando están bien establecidas, igual que una máquina cuyas piezas encajan bien, todo funciona en casa con normalidad. Si no, la maquinaria se resiente.
Al igual que le ocurre a una máquina, es preciso con cierta periodicidad ajustar las piezas, repensar esas normas, adaptarlas a nuevas situaciones (crecimiento de los menores, cambios en la estructura familiar, etc.), incluso a veces cambiar alguna pieza,... para que siga funcionando de manera adecuada.
- Se deben respetar pero permiten cierta flexibilidad en su cumplimiento.
- Deben ser en número limitado.
- Si no se cumplen afectan a la convivencia familiar.
Ejemplos: Horarios de llegada a casa, sueño, alimentación...
ACCESORIAS:
Tienen que ver también con el orden y la organización de la casa, pero sobre todo con las actividades de ocio, con el respeto a las preferencias de nuestros hijos/as. A través de ellas, les ofrecemos un espacio para la rebeldía y la autoafirmación (tan importante en la adolescencia). Pero siempre como padres y madres debemos tener claro hasta donde estamos dispuestos a negociar.
Igualmente, en este tipo de normas es donde podemos permitir al adolescente poner en juego todo su inconformismo y afirmar su “yo” frente a nuestra autoridad. La negociación aquí debe ser constante y nos permitirá enseñar a nuestro hijo a tomar decisiones, a considerar los pros y los contras de cada opción, a decidir que es lo que quiere y qué es lo que está dispuesto a hacer para conseguirlo.
Ejemplos: Teñirse o arreglarse el pelo, formas de vestir, tipos de ropa, piercings, tatuajes, actividades deportivas, de ocio, etc.